Curiosamente, nadie de Marbella, con lo interesados que estaban en las mentiras que decía un grupo de un gremio que se dedica a llevar gente de un sitio a otro a cambio de dinero... pues nadie me preguntó... Pero claro, a veces escuchar lo que uno quiere escuchar, aunque sea mentira... satisface más.
Después de hacer una temporada fantástica ascendimos a Segunda B y la temporada 1987-88 nos iba a tocar jugar en el Grupo tercero , la plantilla se modifico poco , no se potencio demasiado , la verdad es que teníamos un gran equipo como se demostró y recalco se demostró ....El Secretaria técnico al que conocía desde que yo era adolescente , un día que nos encontramos en Fuengirola me dijo..."Tengo dudas de a quien fichar como entrenador".... y me dio dos nombres , uno veterano y otro joven y que entrenaba a un filial....Yo le dije ...."apuesta por el joven" podía haberme callado...Se quedo hay la cosa ...Al poco tiempo se ficho al joven , digo joven para ser entrenador , deseo que no lo ficharan por mi consejo .
La plantilla estaba, diría que un poco fastidiada porque el año anterior tuvimos a un maestro como Monreal y estábamos un poco "extraños", pero eso no quiere decir que no tuviéramos ganas; todo lo contrario, como se demostró, y vuelvo a recalcar, se demostró.
De la primera charla del nuevo entrenador nos llamó la atención que nos dijera que a él eso de Míster (que es como se le llamaba a un entrenador y creo que se sigue haciendo)... Que le molestaba mucho que él tenía un nombre, y que le llamáramos por su nombre o diminutivo de nombre; la verdad, el nombre yo no se lo pondría a mi hijo, pero hay gustos para todo. A mí no me salía llamarlo por su nombre; no sé si alguien lo hizo, yo no y no recuerdo que nadie lo hiciera; creo que tuvo que aceptar lo de Míster.
Me salto la pretemporada, que fue bastante buena, buenos resultados... pero había algo que no funcionaba.
Empieza la temporada con una estupenda victoria en casa contra el filial del Valencia 3-0, y ahí quedó todo... Siguientes doce partidos, diez derrotas y dos empates.
Y aquí empieza lo verdaderamente interesante; la Directiva toma una decisión, me cuesta calificarla… Rara, diría yo... por ser suave.
Decide apartar del equipo curiosamente a todos los jugadores que no vivíamos en Marbella, a instancias, decían ellos, del entrenador, por "bajo rendimiento".
...El no vivir en Marbella nos bajaba el rendimiento, por lo visto; era el preparativo para despedirnos pagándonos lo menos posible, a ser posible nada, y repito, el entrenador que nos ponía todos los domingos, de cómplice; todos sin excepción éramos titulares, de los que no cambiaba nunca, es decir, indiscutibles; a pesar de nuestro "bajo rendimiento", no nos quitaba nunca.
El equipo viajaba a Benidorm sin nosotros, los del "bajo rendimiento"; en ese momento contábamos con 4 puntos, los últimos, a seis partidos de terminar la primera vuelta y a seis puntos del penúltimo, es decir, más que descendidos; descendían cinco de veinte equipos. El equipo empató en Benidorm sin nosotros; los del "bajo rendimiento", que ese año descendió, por cierto, fuimos a entrenar para ver si subíamos el rendimiento antes de que nos echaran y había un rumor de que había una persona que quería hacerse cargo de la presidencia del club... A mí me pareció increíble que quisiera embarcarse en esa tarea... pero lo había y se embarcó.
Comprendí por qué no nos habían echado; el Presidente saliente pensó: "Yo me voy, me quito el problema y que el que venga que lo 'arregle'", y eso hizo... se fue... Gracias a Dios.
Seguimos esa semana entrenando y llega el partido del jueves; aún no conocíamos al nuevo Presidente, pero ya conocimos al nuevo Secretario Técnico, Eugenio Leal, jugador más que contrastado del At. de Madrid, internacional; en fin, una señal de que el Presidente iba en serio.
Leal le dijo al entrenador que organizara un partido para ver al equipo; el entrenador no estaba muy por labor, sospechaba lo que iba a pasar, y fue tan, yo diría, torpe, que no mezcló a los jugadores, puso al equipo que había empatado en Benidorm contra "los del bajo rendimiento" y algunos más, y como no podía ser de otra manera, "los del bajo rendimiento" les dimos un buen repaso a los de Benidorm; los del "bajo rendimiento" éramos aún con esa tara muy superiores al resto... (Siento si algún compañero de la época lee esto y se siente mal... Pero es simplemente verdad).
...Leal estaba viendo el partido encima de donde está la salida del vestuario junto al masajista del equipo... Y viendo lo que se estaba viendo, le dijo: "Los titulares son los del peto naranja... ¿No?". El masajista le dijo... "No... Ahí están los que estaban apartados y algún otro"... Leal entonces vio el tema claro.
Al día siguiente, Leal nos reunió en el vestuario a los "del bajo rendimiento" y nos dijo que debíamos empezar de nuevo, que tirar hacia adelante, que teníamos un buen equipo, que no entendía la situación, y que olvidáramos lo del tema de ser apartados.
...Todos menos uno dijeron que no tenían problema con ese tema y era verdad, pero uno habló de lo que pensaba, porque a ese uno el tema lo tenía muy quemado, por injusto y por el desamparo que sentía después de estar jugando sin recibir nada del sueldo que le correspondía por su trabajo y el cariño que también le correspondía a ese uno y a todos los que estaban en esa habitación... Ese uno... Fui yo... y dije que "con ese entrenador descendíamos en breve, que no era entrenador para este equipo y lo que nos había hecho la directiva anterior con su colaboración no era de recibo". Lo hice por dos motivos muy defendibles y, si no se entienden, me da igual, pero muy igual.
Uno porque era lo que pensaba sin duda alguna; ese entrenador no estaba capacitado para sacar esa situación adelante y estaba pensando más en él que en el equipo.
Dos, porque yo también tengo familia y jugaba al fútbol para ganar dinero y quería que mi familia saliera adelante lo más dignamente posible y tenía un pequeñito prestigio, que no me hacía gracia que nadie lo dañara por gusto o por órdenes de otros, y claro, después de la injusticia que había sufrido, sin merecerlo... qué menos que decir lo que pensaba; también se lo dije después de la reunión personalmente al entrenador.
No sé si la reunión fue determinante, si lo que dije tuvo valor; el caso es que el entrenador decidió que si le pagaban, se iba; no perdonó ni un duro... Hizo bien... pero se fue como un damnificado. Frecuentaba mucho los bares donde se hablaba de fútbol, sabía hacer amigos; los que no vivíamos allí solo nos dedicábamos a entrenar y hacerlo lo mejor posible. Lo cierto y verdad es que en la jornada catorce teníamos cinco puntos, a diez puntos de la salvación, es decir, a cinco partidos de la salvación.
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De eso teníamos culpa todos: presidente, directiva, entrenador y jugadores... no solo algunos jugadores por "bajo rendimiento".
...Quitarse de en medio y encima cobrando todo no era mal negocio, porque salvar a ese equipo era un milagro y este entrenador optó por esa solución, perfecto, nada que objetar; yo a lo mejor hubiera hecho lo mismo.
Hoy, desgraciadamente, este entrenador no está entre nosotros; falleció hace algunos años y realmente lo sentí en su momento, pero lo que pasó, pasó; tuvo una carrera como entrenador después más que digna... Pero me reafirmo en todo lo que he escrito; así fueron las cosas.
Y allí apareció un hombre que se hizo cargo de la presidencia, Benigno Vázquez, con un tío de fútbol, Eugenio Leal, y un entrenador nuevo que llegó el día previo al partido con la Balompédica Linense en casa, jornada 15, cuyo nombre de futbolista y entrenador era Alvarito... (Álvaro Rodríguez Ros)... Curiosamente, fue compañero de mi padre en el Oviedo, después jugó en el Atlético de Madrid, llegando a ser internacional, y como único fichaje, Tapia, un portero, que por la lesión del portero titular se tuvo que fichar deprisa y corriendo, y hay que decir que hizo una temporada fantástica...
Los demás, los mismos que habíamos llevado a esa jornada al equipo a estar el último destacado... menos el entrenador.
Lo primero que hizo el Presidente fue pagar los atrasos, que eran todos los meses que se llevaban de competición, y ofrecer una cantidad a repartir entre la plantilla si el equipo se salvaba; es decir, nos dio la categoría que nos había negado la anterior directiva, la categoría de FUTBOLISTAS.
Leal mostró confianza en el equipo; fue básico; cualquier otro hubiera traído a 6 o 7 jugadores nuevos.
Y Alvarito, al que sí le gustaba que le llamáramos Míster, nos entrenó, confió y apostó de verdad por nosotros, y la verdad, lo merecíamos, éramos un buen equipo al que solo había que tratarlo con respeto y confianza, cosa que no se hizo hasta ese momento. Sus primeras palabras el día del primer partido fueron claves en todo esto... dijo... Ellos tienen gente importante en su equipo, pero nosotros también tenemos gente importante y tenemos más necesidad que ellos"... resumió la situación en esas pocas palabras, y era la verdad... Jugamos ese partido, lo ganamos 1-0 con gol del que escribe y a partir de ese partido todo fue rodado... 15 partidos ganados, 5 empatados y 4 perdidos, 35 puntos de la época, novena posición, empatado a puntos con el séptimo y, si los puntos hubieran valido 3, séptimos en solitario...
Sueño que si hubiéramos tenido esas circunstancias desde el primer momento, seguramente hubiéramos ascendido... No veo a ningún otro equipo ser capaz de salir del pozo en el que estábamos; lo que se logró no se puede transmitir ni escribiéndolo, ni siquiera viéndolo, solo viviéndolo... Y por fortuna, a mí me tocó eso.
El ultimo partido fue en casa contra Levante UD , ganamos 1-0 también metí el gol de la victoria , al entrar en el vestuario todo era alegría ,ya la sentimos semanas antes cuando habíamos salvado la categoría , yo nunca he sido ni muy efusivo en las victorias ni he sobre actuado haciendo ver que estaba muy enojado o triste en las derrotas...Pero ese día estaba no se como explicarlo , estaba contento por todo lo logrado , habíamos ganado metí el gol del triunfo e íbamos a cobrar una buen dinero en concepto de prima por salvar la categoría...Pero sabia que se acabo la temporada y con ella , termino esa especie de cuento que vivimos con principio malo y final feliz ...Un final feliz que me consta fastidio a mucha gente .
El principal causante de ese "milagro" fue el presidente: confiar y transmitir confianza, exigir y exigirse a él mismo, cumplir y exigirte que cumplas... Fue la clave de todo...